Hay días fumigados de odio
días tediosos y negros
hay días enfermos de lepra
días dolorosos y amargos
que nos hacen vivir la muerte
que nos hacen sudar candela
que nos hacen llorar sangre
hay días masacrados por la angustia
que matan todo sentimiento humano
que hieren toda alegría elemental
con los fusiles espantosos de la tragedia
Hay días sucios y podridos
que hacen podrir los familiares gemidos
de paz y amor
que ensucian la blancura hogareña
con la basura miserable del dolor
hay días prostituidos por la destrucción
que destruyen, con el hombre y la miseria
los elocuentes tronos familiares.
Hay días invivibles
días negros que dejan en el corazón
y hasta en nuestros huesos
una estela de sentimientos amargos
y de dolores funestos
días que hay que vivirlos
pero no vivirlos tanto
y no...todos los días.
